23 diciembre 2011

LIBERTAD

Hay mucha gente que piensa que existe la libertad de expresión, y la propia libertad de desarrollarte favorablemente en la sociedad. Pues bien, están muy confundidos y quizá esas personas formen parte del problema por ciertas cuestiones que comentaré a continuación.

Si la libertad de expresión consiste en decir y hacer lo que hace todo el mundo, existe. Pero no nos engañemos, lo que verdaderamente significa es el hecho de poder decir, hacer y pensar lo que nos mueve por dentro, sin temor a que nos discriminen por ello y salgamos perjudicados. Y es que es esto lo que ocurre. Si sobresales por encima de los demás en alguna cuestión, estos hacen que vuelvas a tu sitio mediante risas, increpaciones, insultos despectivos e incluso algún daño físico graciosillo. Y las personas que decían que existe libertad de expresión son precisamente estas, las que impiden que exista naturalmente el término y lo modifiquen "sin querer" para todos. Es una mentira ya expandida, y como esta asentada y las personas son conformistas, ¿para qué cambiarlo?, ¿para que luchar por un derecho si hay otros que se encargan de ello?

Hemos dejado de preocuparnos por las cosas importantes de la vida: la política, el medioambiente, la naturaleza en todos sus aspectos, la filosofía, el aprendizaje, y sobre todo, las personas. Están corrompidas por el bombardeo de mentiras y distracciones que les impiden ver con claridad la realidad y se sumergen en una red de mentiras muy profunda, una red de unos pocos pescadores. Pero esa red tiene agujeros grandes por los que solo los peces más inteligentes podrán escapar y conocer lo que les quitaron, la verdad de la libertad. Sin embargo, la libertad tiene el problema de que los peces que han escapado se encuentran desprotegidos por no estar con su banco de peces y tienen que enfrentarse SOLOS a los peligros del océano. En el caso del mundo los problemas son la mera sociedad. Lo cual es un aliciente al caso de los humanos porque aunque hayan escapado de esa red, les persigue, y aunque conozcan la salida siempre permanecerán dentro porque afuera es posible que mueran, mientras que dentro pueden mostrar la salida a los demás peces y sobrevivir todos. Pero aquí nace otro problema, la tozudez de los demás, porque piensan que están libres, que no están en una red, sino que es lo que hay y debe ser así. Muchos pensarían que la solución es la imposición de la fuerza, pero ¿Qué se conseguiría? Aun más divisiones sociales y no se combatiría el problema principal. Simplemente con paciencia, poco a poco irán viendo lo que existe, porque aunque no hayan escuchado a los peces inteligentes, algo les queda de información, y es entonces, cuando se topan con un extremo de la red y piensan si en verdad, ese pez que fue tomado de loco tenía razón. Ahora es una cadena imparable.

Pero los pescadores ven el proceso de “iluminación” e intentarán volver a cegarles de muchas maneras de un alcance estratosférico. Aun así, la esperanza está ahí. El tiempo dictará sentencia. El futuro no está escrito, aunque algunos intenten imponer el que quieren.

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